Saks 20/20 - En Búsqueda De La Nitidez

Hace un par de semanas recibí de las manos de Saks su más reciente publicación. Ante un problema de visión que ha hecho parte de su vida, este impreso es la forma de liberarse, aunque sea de forma temporal, de esta condición. Es una visión completa y nítida de lo que ha sido su trabajo en las calles. También, según lo que pude deducir después de esa corta conversación durante la entrega, una manera de observarse a sí mismo. Por eso se llama 20/20. Me dijo después de haberme explicado las razones del título.

El sólo hecho de la aparición de este material, aún antes de conocer el contenido de la publicación, me parecía ya importante. Que un escritor de graffiti de la talla de Saks hubiera decidido hacer una revisión de su trabajo para sacar un impreso es relevante para este momento de la escena en el que está llegando mucha gente nueva y al parecer todo se mueve de forma vertiginosa. Un momento en el que, desde mi punto de vista, se debería estar mirando y abordando, de forma importante y seria, la documentación. 

Fotografía Cortesía de Saks

Para mí el graffiti, además de ser una forma de autodesignación, es un ejercicio de autoedición y de autopublicación. Cuando una persona sale a la calle a hacer un graffiti no hay nadie que le diga cómo debe mostrar su contenido, en dónde hacerlo, bajo qué criterio ordenarlo, etc. La decisión sobre estas variables solo está a cargo de quien hace una intervención de este tipo en la calle. Es una manera muy distinta de editar y de publicar un contenido ya que en ningún momento hay intermediarios que puedan modificar, tanto en forma como en contenido, el resultado en busca de conseguir un objetivo como mayor exposición, ventas, ajustes morales o estéticos, entre otros.

Además de todo lo que sucede durante este proceso de autoedición/publicación,  me parece relevante que sean las mismas personas que hacen graffiti las que están a cargo,  en muchos casos, de su documentación y registro. Esto queda evidenciado, por ejemplo, en las proyecciones que hemos visto de grupos como VSK, 109s y S2C. El mismo parche que pinta es el que registra, el que graba, el que edita y el que convoca al público para la exhibición de su contenido. Lo mismo sucede con Saks, pero lo interesante es que lo hace de una forma impresa, lo cual implica otro ritmo, otra visión, otra manera de aproximarse al registro. 

La publicación, en edición de 50, muestra en fotos un poco de lo que es el trabajo de Saks en general. Hay pequeñas secciones distribuidas de tags, bombas, quicks. También hay algunas partes dedicadas a sus acompañantes de callejeada como Suber, Error, Bepe. Unas páginas fueron apartadas para los parches de los que hace parte: VAC y APC. Hay una pequeña bomba hecha a mano en marcador que de inmediato me lleva a la Cartilla de Ejercicios Para Nuevos Muralistas. Me encuentro algo de contexto histórico con un par de fotos de las protestas de los ultimos años, un Dilan y un ACAB en cromo. En fin, un poco de lo que ha sido el graffiti para este curtido escritor, es decir, su trabajo solitario y en parche en graffiti, pero también su trabajo fotográfico con F/301.

Fotografía Cortesía de Saks

La portada en plateado me parece que concuerda con el estilo de bombing de Saks, me recuerda mucho sus tags. Tal como sucede en cualquier recorrido de la ciudad donde avanzamos entre diferentes tipos de densidades de escritura callejera, hay unos respiros necesarios después de algunas páginas saturadas de graffiti. Me parecieron sobretodo interesantes algunas secuencias que podrían ser una serie de fotogramas de un video, uno de los medios más usados en el registro de graffiti. 

Sin embargo, me quedó faltando algo. Esperaba un poco más de intimidad. Algunas escenas que me permitieran conocer un poco más de este escritor sin rostro. Aquello que no nos permiten ver las bombas y los tags que vemos en las calles, o en las hoy comunes y populares páginas de registros de graffiti en redes sociales. Esta intimidad sólo lo evoca una foto en la que aparece una mano con una arepa desbordante de queso, que me permite de alguna forma acercarme a un ambiente, un lugar, unas maneras de habitar la calle, un cuerpo que se alimenta de determinada forma. Otra forma de solucionarlo habría podido ser un texto más personal que el que nos encontramos ahí y que por supuesto no deja de ser interesante. 

Fotografía Cortesía de Saks

Pero esto son sólo decisiones editoriales. Como lo dije al principio, todas estas decisiones hacen parte de este proceso de autoedición, al que más que cualquier otra persona, se enfrenta el escritor de graffiti, lo cual es una de las cosas que más me gustan de esta práctica. No es lo mismo hacer todo este trabajo por uno mismo, que una persona especializada en publicación y edición lo haga por uno. ¿Cuál de las dos opciones es mejor? Ninguna. Sólo creo que la autoedición, aún con el riesgo de caer en el ensimismamiento total,  tiene una carga emotiva mayor, lo que no deja de ser muy importante a la hora de crear. Es un ejercicio no sólo de la mirada, también del sentir, de la intuición. 

Quisiera por último volver a mencionar la importancia de estos documentos. Y así mismo la importancia de que la gente los adquiera. En la medida en que las personas se eduquen y encuentren valor en esta documentación, la escena y el graffiti que veamos en la calle se va a volver más relevante e interesante. 

  • 20/20 - Fotografía Cortesía de Saks
    20/20 - Fotografía Cortesía de Saks
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    20/20 - Fotografía Cortesía de Saks
  • 20/20 - Fotografía Cortesía de Saks
    20/20 - Fotografía Cortesía de Saks
  • 20/20 - Fotografía Cortesía de Saks
    20/20 - Fotografía Cortesía de Saks
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    20/20 - Fotografía Cortesía de Saks
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    20/20 - Fotografía Cortesía de Saks
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    20/20 - Fotografía Cortesía de Saks

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