¿Los Festivales Gratuitos Se Tiran La Escena?

Por: Fabián Ávila

 

Ya que pasó el festival Rock Al Parque, y que ya casi le llega el turno al Hip Hop en el Simón Bolívar, quería tratar un tema que me quedó sonando desde algunos días atrás.

Este año tuvimos la oportunidad de acreditarnos para cubrir Rock Al Parque y durante los tres días, entre otras cosas, le estuvimos preguntando a la gente sobre lo que pensaban del festival, y  entre las preguntas que hicimos le pedimos a la gente que nos contara qué era lo que no le gustaba del evento. Entre el parche que entrevistamos, sorpresivamente un grupo llamó la atención porque consideraban necesario que se cobrara una entrada. Según ellos para que la gente sintiera pertenencia por la música, las bandas y el festival.

Después de terminado el festival, tuve la oportunidad de ver un vídeo de un Youtuber metalero que titulaba Las 5 Grandes Mentiras de Rock Al Parque. Uno de los temas que más resaltaba en su video era lo nociva que resultaba la gratuidad del concierto, que según él sólo perjudicaba a las bandas nacionales y sus eventos.

Por último, el día de ayer en uno de los videos que realizamos para el festival, llamado Lo Que A La Gente No Le Gustó, una persona hizo un comentario un poco airado y odioso: “Manada de petardos que no van a conciertos pagos.”

Pero ¿en realidad son tan nocivos los festivales gratuitos? El argumento de los que sostienen la idea es que la gente se está acostumbrando a ver bandas de manera gratuita, por lo que le da lo mismo ir a un concierto a pagar para ver una banda que más tarde puede ver de manera gratuita en el Simón Bolívar. Las bandas resultan perjudicadas porque cada vez se hace más lejana la idea de vivir de la música y de recibir una retribución por su trabajo.

La anterior puede ser una postura cierta y por supuesto respetable. Pero apresuradamente, lo primero que hacen es echarle la culpa al festival, llámese como se llame. Y lo que no se tiene en cuenta, a excepción del video del youtuber quien incluye a los medios de comunicación en parte de problema, es que un festival no es sólo un nombre. Porque un evento como el que estamos hablando no sólo incluye un cartel y unos organizadores. Una parte fundamental son los asistentes, por los cuales es que existe o no un evento. Si no va nadie, por más de que haya música, no hay concierto.

Para mí la gratuidad no puede ser un problema. ¿Cómo es que está mal que el estado garantice el acceso y la democratización de la cultura? ¿Cómo es que es un problema que el mansito que a veces no tiene ni para pagar una boleta de diez lucas, pueda ir a ver a una de sus bandas favoritas (nacional o internacional), -por la que por supuesto no tendría los diezmiles o cienmiles que hay que pagar para ir a ver-  y mover la greña con su música un ratico de manera gratuita?

Que la gente no paga los conciertos ni compra discos. Y ¿eso es culpa de los festivales gratuitos? Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Cancelar los eventos? ¿cobrar? Es muy fácil echarle la culpa a alguien o algo y  es aún mucho más fácil proponer una solución tan facilista y obtusa. ¿Acaso no se dan cuenta que el problema no es de nadie más que de los asistentes, así como de los medios de comunicación y su falta de cultura?  

El problema pasa no a ser ni siquiera parte del público asistente, sino de la falta de pertenencia por su entorno que tiene el colombiano en general. Si no les duele ni les indigna que un gobernante coja los recursos suyos, los menosprecie, los bote a la basura o los venda en espera de su buena comisión valiendole mierda todo lo demás. Si prefieren todo lo exterior (USA o Europa siempre son inspiración) y desconocen todo lo que se hace por aquí. Cómo se puede esperar que se pongan las manos en el corazón y se apiaden de las pobrecitas bandas independientes nacionales.? Y eso no solo pasa en la música, también en las artes, en el diseño y prácticamente en todo sector. Entonces ¿cómo podemos echarle la culpa a un festival de algo que es culpa de gran parte de nuestra sociedad?

Aquí la solución no es cobrar, o salir a buscar de quién es la culpa. Tampoco lo es que sólo metan grupos nacionales y que los pongan a tocar en horario estelar a todos. Aquí es necesario el análisis, la evaluación. ¿Cuál es nuestro papel como medio de comunicación? ¿Cuál es nuestro lugar como consumidores de música? Cuál es nuestro objetivo como músicos o artistas? ¿Qué papel desempeñamos como organizadores de eventos? Estamos tan seguros de que lo estamos haciendo todo tan bien como para salir tan agrandados a señalar al culpable?

No le echemos la culpa a nadie. Propongamos. Paguemos la boleta, compremos el disco, no porque buscamos un show o unas canciones, sino porque queremos que ese artista siga tocando y haciéndonos mover la cabeza. Que lo podemos ver gratis? Qué chimba! Pero también es una chimba verlos con un sonido más pequeño en un ambiente más familiar y por 10 o 15 luquitas de entrada, de las que les quedarán 400, 500 mil o un palo, que necesitan para comer o para pagar el arriendo del mes. Difundamos el video o el nuevo demo del parcero que está comenzando. Hagamosle bombo y bulla a las bandas nacionales. Colaboremos. Formemos una red. De pronto si usted le compra el disco al rapero de su barrio, el man al otro día tiene para pagarle por un logo, el diseño de la carátula de su próximo disco, o simplemente tenga para comprar una de las hamburguesas que vende su otro parcero. Aquí también hay propuestas buenas, merecedoras de grandes escenarios, que mueven resto de parche, que viven de la música. Trabajemos entre todos para que eso siga sucediendo y dejemos de quejarnos tanto.

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