Diez Cero Uno Graffiti Respect Bogotá 2022

Llevamos haciendo este reconocimiento desde el 2015 y, desde entonces, en apenas 7 años, es evidente que la escena de graffiti, así como sus contenidos, sus técnicas y sus espacios, entre otros, han cambiado bastante. Hoy estamos ante una escena más diversa, que tiene nuevos retos ante el espacio, saturado y lleno de intervenciones; una escena en la que han entrado a participar fuertemente las agencias de publicidad y las instituciones estatales. La tecnología, las nuevas herramientas, las galerías y tantas otras cosas que comienzan a suceder también afectan su desarrollo. Estamos en un momento donde parece más difícil decir qué es y qué no es graffiti, lo que a nivel intelectual y de análisis es demasiado interesante. 

Ante los momentos de extrañeza conceptual como este, suelen salir voces radicales y descalificadoras que ante la incertidumbre no tienen otro espacio más que el de sus tradiciones y conceptos antiguos. Pero hoy, más que nunca, no debemos tener otra postura más que la de la apertura. Debemos observar. Observar detenidamente qué es lo que pasa, para poder tener un poco de claridad, de entendimiento. No es momento para decir qué sí y qué no es. Sería bastante apresurado. Además es un buen momento para recordar que estamos viviendo el inicio de un movimiento que no sabemos en qué resultará ni cuánto tiempo va a permanecer. 

Ya en otros momentos nos hemos referido a algunas cosas que han venido sucediendo en la escena. Sin embargo, en este contexto queremos mencionar algo que es cada día más relevante e importante: la participación de las mujeres en el graffiti. A pesar de lo que se ha manifestado en diferentes espacios y de las dificultades que esto genera para ellas (inseguridad, acoso, entre otras.), en su práctica como tal, el avance que se ha logrado ha sido significativo. Es importante ver cómo esta participación comienza a modificar no sólo la práctica en sí sino, al mismo tiempo, cómo el espacio y las imágenes que se dan en él, comienzan a transformarse para resignificarlo. Podemos decir que tenemos ahora una imagen en el espacio público que muestra los intereses, las preocupaciones y los gustos estéticos de un grupo más diverso, lo que como escena y como sociedad, a pesar de que falta bastante, nos debería hacer sentir bien.

En Bogotá, durante un buen tiempo, hemos tenido participaciones importantes por parte de las mujeres. Tal vez una de las más recordadas es la de Era con sus personajes, que aún es visible en muchos espacios de la ciudad. De estos primeros tiempos del graffiti en la ciudad también tenemos la importante participación de Zas y Fear. A nivel internacional tenemos la actividad de Bastardilla, Zurik y Ledania, que se han encargado de posicionar su trabajo en otros contextos y lugares. De los últimos años hay trabajos que consideramos destacados como el de Ambs, Prise, Lash, Haze, Snorky,  Mugre, Prisma (Parásito), Leets, entre otras que de momento se escapan. El trabajo femenino cada día es más activo, lo que consideramos algo muy relevante para la escena. 

Pero como este modesto reconocimiento trata de recoger lo realizado durante el año anterior en la ciudad de Bogotá, queremos destacar el trabajo de una mujer que en su relativo poco tiempo ha contribuido al desarrollo de la escena y ha demostrado que el trabajo femenino es bastante importante hoy para la ciudad y su graffiti: Soul.

BOMBING

En el último año, el trabajo de Soul en esta área ha sido muy interesante. Su trabajo lo conocemos y lo ubicamos en el centro de la ciudad, con una fuerte presencia en la zona de la localidad de Kennedy, aunque no es raro verlo en otros lugares más alejados. En materia de bombing, desde que comenzamos a verlo ha sido constante. Se podría hablar de lo que llaman “gettin up”, pero de una forma acelerada, vistosa y contundente. Si bien esta parte de darse a conocer en la calle puede ser la más difícil y larga, el proceso de Soul ha demostrado una nueva forma de hacerlo.

LA “O” COMO ELEMENTO DE REPETICIÓN

Los nombres de graffiti usualmente son cortos. Esto no es gratuito, ya que en cuestión de tiempo, es más fácil resolver 4 letras que 6 o 7. De hecho, desde hace unos años hemos visto cómo incluso esto se ha llevado casi al extremo en una reducción de las letras en el espacio. Para esto tenemos casos como el de Skore con su “RE”, Dwel con su “WE” o el de Ospen con su reducción al “OS”, entre otros que han comenzado a aplicarlo sobretodo en la parte del bombing, lo que les permite estar en más lugares con una considerable reducción en el uso de los materiales. 

El nombre de Soul, no hace una diferencia en cuanto a este factor temporal y de uso de recursos que mencionamos anteriormente. Son 4 letras que podrían entrar en lo que sería una especie de “promedio de extensión” de los nombres de graffiti. Sin embargo ella, al contrario de los casos mencionados anteriormente, ha ido en contravía. En vez de reducir el número de letras, las ha aumentado dependiendo de las dimensiones de los espacios en los que interviene, haciendo unas repeticiones de su letra “O” para abarcar más espacio. 

Es muy interesante ver cómo las tendencias se desdibujan, se critican o se subvierten con la aparición y participación de nuevas personas. En este caso Soul ha hecho que lo que considerábamos que podría ser una tendencia con cada vez más acogida por parte de la escena, se replantee de forma creativa. Este tipo de cosas nos hace pensar en que estas nuevas visiones, de grupos diversos e históricamente invisibilizados, son importantes para la conformación y estructuración de una nueva estética callejera. La experiencia femenina, obviamente tiene que derivar en otro tipo de estéticas, en otro tipo de imágenes, mensajes, etc. Lo que a nivel de graffiti es sumamente nutritivo. 

ESPACIOS

Además de lo mencionado anteriormente, una última cosa para resaltar sobre el graffiti de Soul, es el uso de distintos tipos de espacios. De ella hemos visto algunos techos, rejas, puentes, entre otros, lo que demuestra su versatilidad. Pero no solo se trata de pintar en distintos tipos de spot. Se trata del uso del espacio, lo que se relaciona con el punto anterior. En su trabajo se puede evidenciar una consciencia del espacio, de su forma y de cómo se puede relacionar su graffiti con él. 

Como hemos mencionado anteriormente, el graffiti ya no se trata solo de hacer un nombre o un personaje por toda la ciudad. No basta con eso. Entre la gran cantidad de graffiti que hay en una ciudad como Bogotá, los elementos que hacen que un trabajo sea destacado o no, van mucho más allá. Además de la propuesta creativa, la paleta de color, el uso y la interpretación del espacio comienzan a ser elementos cada día más relevantes. Es de resaltar la lectura que Soul ha hecho y hace de los espacios para su graffiti ya que en sus resultados se vuelve un elemento, que desde la lectura exterior, es muy importante.

Por todo lo anterior, desde nuestra labor documental e investigativa, queremos resaltar el trabajo de Soul y mostrarle nuestra admiración y respeto. Así mismo queremos destacar todo el trabajo que llevan haciendo las mujeres en una escena como la bogotana. ¡Celebramos su participación activa en el movimiento!