Inestable

Si tomamos la inestabilidad como característica transversal del graffiti, entonces tenemos otra forma de abordarlo. El primer paso es deshacernos de todo lo que pueda tener apariencia de estructura, de regularidad, de formalidad, de forma. Lo contrapuesto a la forma sería lo sin-forma. La manera de comprender algo que carece de forma no está en tratar de darle una estructura, sino en poder entender la manera en la que se comporta. Entender este comportamiento nos permitiría determinar cómo es que se da en diferentes contextos, espacios, tiempos y aún así no brindarle un carácter estructural.  

Formless, A User Guide¹, catálogo publicado en el año 1997, resultado de la exposición que llevaría el mismo nombre presentada en el año 1996 en el Centro Georges Pompidou en París,  aborda Lo Informe, como una característica de la manera de crear de algunos artistas ubicados en su mayoría en el periodo comprendido entre los años 30s y 70s. El término, propuesto en un primer instante por Georges Bataille, publicado como apartado en la compilación denominada Diccionario Crítico, es abordado por Rosalind Krauss e Ives Alan Bois, para proponerlo como una forma de operar propia de las nuevas prácticas artísticas, que comenzaban a distanciarse de la forma tradicional en la que se generaba y leía el arte a lo largo de su historia. 

La propuesta de los autores parte de la observación que hace Bataille de La Olimpia de Manet, obra en la que el espectador pierde el total control. Esta pérdida se da debido a que Manet, como una de las muestras de su falta de aprecio por la pintura histórica, pone en duda las distintas formas de desnudo (erótico, histórico, mítico) y ataca este sistema de construcción pictórica en el que han predominado reglas en cuanto a forma y contenido, ubicándose en ninguna parte². Para Bataille el logro del pintor está en defraudar la expectativa. En el deslizamiento que desplaza la forma y el contenido. 

Lo informe será para Bataille una operación que no tiene nada que ver con lo semántico ni lo morfológico³. Una desclasificación del tema, el estilo y la cronología. Un espacio en donde entra el cuerpo a través de un escupitajo, de un insulto, de lo irracional. Una operación. No un concepto, no un tema, no una sustancia. Un movimiento negativo⁴. El lugar en donde se pone en duda y se contradice la interpretación modernista del arte y sus postulados (Ontología, visibilidad y verticalidad)⁵. Una ruptura que se convierte en nueva forma de crear, pero también de observar, de percibir.

Es en este espacio en el que Bataille -en su fascinación por la descomposición-⁶ habita, donde encuentro un lugar para entender la manera en la que se comporta el graffiti.  Y aunque lo considero  como un fenómeno bastante alejado del arte, creo que la propuesta realizada por Krauss y Bois, se podría usar sin dificultad para examinar y al mismo tiempo entender la práctica contemporánea del graffiti. La horizontalidad, la pulsión, el materialismo y la entropía, como contraposición a los postulados de la interpretación modernista, son elementos que se pueden observar en la manera en la que opera el graffiti, incluso desde sus inicios⁷.  Aparecerán en mayor o menor medida en las distintas intervenciones y sus resultados pero serán constantes en sus operaciones.  Constancia que se diferencia de la inconstancia de las valencias propuestas por Silva y que no nos permitiría trabajar para entender un fenómeno graffiti.

¹ Bois, Yve Alain - Krauss, Rosalind E. Formless, A User´s Guide. Zone Books. Nueva York. 1997.

² Ibid. P. 15

³ Ibid. P. 21

⁴ Ibid. P. 34

⁵  Ibid. P. 25

⁶ Ibid. P. 37

⁷ Difiero de los autores, entre ellos Armando Silva, que localizan los inicios del graffiti en las pinturas rupestres encontradas en diferentes lugares del mundo. El graffiti es un fenómeno contestatario que responde a la verticalidad institucional instaurada en gran medida por el paradigma capitalista. Busca, consciente o inconscientemente, aunque no trataré esto en este texto, poner en duda las instituciones y sus formas. Por lo tanto es más apropiado encontrar sus inicios en los movimientos revolucionarios que se dieron en distintos lugares del mundo y también en la práctica iniciada por algunos graffiteros como Julio 204 y Taki 153 en la ciudad de Nueva York a finales de los 60s y comienzos de los 70s.