El Apocalipsis Gangsta - Hip Hop Al Parque Desde Afuera

Por: Andrés Villa

Me bajé en la estación Simón Bolivar de Transmilenio. En el bus que yo iba venía algún parche que, seguramente por sus chaquetas anchas y gorras, apenas se bajó fue abordado por unos tombos para una requisa. Recordé que era día de Hip Hop Al Parque. No me bajé en esa parada para ir al concierto, sólo tuve que hacerlo para ir a verme con un diler y recoger un encarguito que le había hecho como una media hora antes.

Mientras cruzaba el puente para pasar la 30, pasaban parches de raperos que antes de la bajada, eran detenidos para ser registrados por la policía. Para quienes pensaban que la requisa comenzaba pasando la Virgilio Barco, la cosa había iniciado mucho antes. Yo seguí mi camino en busca de lo mío y por un momento olvidé todo eso. Recogí mi paquete, crucé un par de palabras con el vendedor mientras la novia del man, que hablaba con otro, mencionó algo de “Rata Al Parque” escuchando de fondo los beats que desde la distancia alcanzaban a llegar al lugar en donde estábamos.

Me devolví de nuevo para la estación y los tombos seguían requisando raperos en el puente. Mientras bajaba por la rampa para ingresar a la estación vi cómo un parche de gente comenzó a saltar las barandas para cruzar, debajo del puente peatonal, la 30. En esas, se mandaron. Se escucharon pitos de molestos carros y el parche entre bulla pasó la calle. Un poco sorprendido seguí observando la escena y me di cuenta que había un man tirado en el suelo. Seguí para buscar el bus que me servía mientras pensaba en todo el asunto. Se vivía un ambiente de tensión a mi alrededor. Yo sólo pensaba en lo que acababa de ver y en esa cierta actitud de prepotencia con la que se bajaban los manes dispuestos para ir al festival. Por darselas de malos, de aviones, de abejas, de vivos, como dicen los que creen que todos los demás son bobos, uno de ellos había sido estrellado por una camioneta. Culpa de quién? Pues del man que se pasó por debajo del puente peatonal en su actitud de chico malo.

Este año no fui a Hip Hop Al Parque. Lo sentí desde afuera, con un episodio como el que ya mencioné el día sábado y los otros días viendo un poco de Canal Capital y reacciones de la gente por redes sociales. El festival, es una cosa de mucha discusión entre la gente. Lo que se ha logrado ver durante los últimos años, es un ambiente de frustración de parte de gente externa pero también de los mismos raperos, frente a una parte de público asistente que decide ver el festival como el destino perfecto para fumarse un bareto, tomarse un chorro y hacer de las suyas.

El año pasado recuerdo que alguien me comentó que a un grupo de extranjeros los habían atracado dentro del festival. También en el 2014 hubo un muerto a causa de una riña a la salida. Para este año las cosas no cambiaron y lastimosamente no fue tan sorprendente ver un video de una chica que denunciaba haber sido atracada y amenazada con un cuchillo dentro del evento. La sensación de inseguridad crece y hasta el mismo reportero mencionaba “Aquí nosotros también estamos dando papaya.”

Echando un ojo a las redes sociales, los mensajes que aparecían durante el fin de semana eran del estilo como “aquí mirando la transmisión de Hip Hop Al Parque para ver si veo al man que me robó el celular”; “Cómo hicieron para llevar a toda la modelo al festival?” Y muchos otros similares que fácilmente dejan ver cuál es la percepción del público, no sólo raperos y afines al hip hop, en general.

Entonces la gran pregunta que aparece es: ¿esta es la cultura que promueve el hip hop?. ¿La cultura del atraco y del puñal, la del “ya perdió”? En parte, así a muchos les duela reconocerlo y se laven las manos haciendo videitos y campañas para que la gente se porte bien, si. Desafortunada, o afortunadamente el rap tuvo un pasado Gangsta, que en países como Colombia no se ha logrado superar. Y muy difícilmente se va a lograr hacerlo si se tiene en cuenta que uno de los “máximos” exponentes del género es un grupo como Crack Family, que a pesar de que ha hecho lo suyo, ha salido y consolidado una buena base de seguidores, no deja más que un mensaje de ghetto, calle y vida dura.

Algunos otros tratan de echar el problema al consumo de drogas. Con dichos personajes yo no estoy de acuerdo. Primero, porque una vez más parten de un prejuicio, y segundo, porque las drogas no hacen la personalidad de nadie. El que es choro es choro, se fume un bareto o no. Así como el que se viste de paño y de corbata para robar no deja de ser un vil ladrón de cuello blanco. No entiendo cuál es el problema con las drogas, tantos años de lucha contra ellas y a la hora de hacer un estudio el consumo ha aumentado, entonces a qué jugamos?. Por cierto, nunca me he fumado ningún porro que me haga dar ganas de ir a robar o a dar puñal, ¿o será que los ñeros fuman de otra variedad?.

Es necesario que el rap en Colombia salga del letargo de la calle. Los raperos hoy ya no pueden ser gangstas porque ese es un discurso que se quedó sin fundamento. El tiempo ha demostrado que no son necesarias las armas para hacerse escuchar, bastan unas buenas letras. De lo contrario el hip hop colombiano va ser un movimiento que en vez de abrirse campo entre la gente, se construirá un hoyo de aislamiento y terror el cual nadie querrá visitar. Porque si muchos le temen al apocalipsis zombie, la gente va a dejar de asistir a Hip Hop Al Parque al verlo como el apocalipsis Gangsta, por supuesto nadie quiere perecer. 

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